Reseña de Todas las hadas del reino (Beatris)

¡Hola a todos! Yo soy Beatris y en esta ocasión os traigo la reseña de Todas las hadas del reino escrito por Laura Gallego García. Este era un libro que estaba deseando leer desde que me enteré de su publicación por el simple hecho de que Laura Gallego es junto a Veronica Roth mi autora favorita y no podía esperar a leer algo más de ella. Os dejo con mi opinión.

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Datos principales:

Título: Todas las hadas del reino

Título original: Todas las hadas del reino

Saga: No (autoconclusivo)

Autora: Laura Gallego García

Páginas: 476

Editorial: Montena

Sinopsis: En un mundo de bosques ancestrales, objetos encantados y pruebas de valor a vida o muerte, la magia puede convertirse en un arma de doble filo.

Camelia es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable...

Opinión: Camelia es un hada madrina como tantas otras. Y, de hecho, una de las mejores que han existido. No importa que tan complicado o exasperante sea el problema que se le presente porque será capaz de solucionarlo. Sin embargo, por diferentes motivos acaba teniendo como ahijado a Simón, un simple mozo de cuadra que aspira a la princesa Asteria. Y, por algún extraño motivo, con  él las cosas no salen tan bien como parecen.

La portada de esta novela me fascina. Está decorada con muchos brillos y una edición muy cuidada en la que se muestra la imagen de Camelia. Bastante sencilla pero la verdad es que me logró conquistar desde el primer momento. Además, la tipografía de las letras es una pasada.

Todas las hadas del reino creo que nos presente una historia muy al estilo de Laura Gallego: emocionante, cargada de aventuras, una protagonista maravillosa, una historia que engancha, grandes giros argumentales y una prosa magnifíca.

Me llamó mucho la atención el hecho de que fuera a ser un libro sobre hadas madrinas ya que no recuerdo haber leído nada al repecto y me parecía un tema muy original. Me encanta como se ha tratado este tema en la historia mostrando tanto el lado bueno de cumplir esta labor como muchos de los defectos que tiene y que tal vez no nos habíamos llegado a imaginar.

La historia es impresionante. Sigo asombrada por la capacidad de imaginación tan grande que tiene esta mujer y que no para de sorprenderme. El libro podría dividirse en dos mitades; la primera mitad sería el planteamiento y donde se desarrollan los personajes y el mundo y la segunda parte es donde empieza la oscuridad, los secretos y los giros argumentales y cuando no pude dejar de leer.

Me resulta muy difícil hablar de esta novela porque siento que no voy ha hacerle justicia por mucho que quiera. Es una novela que tiene una trama muy bien trabajada y desarrollada que nos sorprenderá.

Me sacó muchas sonrisas este libro. Sobre todo en numerosos guiños que hace la autora a cuentos infantiles que conocemos de toda la vida y que se encuentran aquí. La primera mitad me pareció emocionante y me maravilló pero sentía que no era muy a la esencia de Laura Gallego como si se estuviera reservando algo para el final y así ha sido. Hacia la página 300 y algo comenzamos a ver el lado más tétrico y. . . No podría describirlo. Son esas partes que no puedes parar de leer y no vas a soltar la novela porque te parece fascinante todo lo que estás leyendo.

El final, tengo que hablar del final de este libro y poder desahogarme. Los finales de Laura Gallego son completamente asombrosos y siempre que llego al final de uno de sus libros me deshago en lágrimas. Creo que este es el libor con el que más he llorado de esta autora. El final fue una mezcla de acabar con una sonrisa pero anegada en lágrimas. Y es que. . . Es tan bonito y tan triste a la vez. Realmente me hizo reflexionar y aquella noche casi no pude dormir porque estaba demasiado ocupada llorando. Increíble y uno que jamás me lo hubiera esperado, de verdad.

La narrativa de esta autora es una delicia de leer. Algo que me llamó bastante la atención desde el principio fue ver como los capítulos eran bastante cortos ya que normalmente los hace muy muy largos pero en este libro los hay incluso que ocupan nada más que media página.

Me encanta como Laura narra casi todos sus libros en tercera persona pero a pesar de que estén bajo el punto de vista de un narrador no por ello pierdan menos sentimiento y conectes menos con la historia y los personajes sino que sientes que estás dentro de la novela en ese mundo mágico.

La narrativa es preciosa, fácil de leer y muy atrapante y muy cuidada de forma que encante al lector.

Hablar de los personajes de esta novela es lo más difícil porque básicamente no quiero hablar de ninguno más que la protagonista. ¿Por qué? Tenéis que descubrirlos vosotros mismos para poder haceros una idea de cómo son y de esa manera lograr entenderlos y llegarlos a querer, a odiar o como me pasó a mí a cambiar totalmente de opinión respecto a un personaje.

En fin, la protagonista, Camelia, uno de los mejores personajes que he podido leer. Camelia es fantástica y no hay otra manera de describirla; una hada sencilla, a la que le gusta leer y releer famosos cuentos y con una gran biblioteca, un hada bastante especial y que siempre busca el bien de sus ahijados. Pero lo más importante de ella es su transformación a partir de la segunda parte del libro. Es un personaje muy bien trabajado y construido y que no se puede comparar la Camelia del principio con la Camelia del final. Merece la pena leer la novela solo por este personaje.

Todas las hadas del reino, no sé cómo decirlo, leedlo. Es una novela que no os dejará indiferentes con una prosa y unos personajes increíbles y un final que te hará derramar muchas lágrimas pero lo terminarás con una sonrisa. Imprescindible en las estanterías.

(5/5 estrellas)

Laura Gallego:

 

-Si arrojas un jarrón al suelo, sus pedazos no se volverán a unir cuando tú desaparezcas -le había explicado Ren-. El mal que hacemos no puede ser deshecho; sólo podemos tratar de compensarlo de alguna manera.

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Beatris