4 de noviembre de 2016

Reseña de El niño en la cima de la montaña de John Boyne (Beatris)

¡Hola a todos! Yo soy Beatris y en esta ocasión os traigo la reseña de El niño en la cima de la montaña escrito por John Boyne. Os dejo con la reseña.
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ANTERIOR RESEÑA EN EL BLOG (MELANI): Reseña de Cuenta contigo de Patricia Ramírez
Datos principales:
Título: El niño en la cima de la montaña
Título original: The Boy at the Top of the Mountain
Saga: No (autoconclusivo)
Autor: John Boyne
Páginas: 251
Editorial: Salamanca
Sinopsis: De padre alemán y madre francesa, Pierrot ha tenido una infancia no muy distinta de la de cualquier niño de su época. Sin embargo, nos hallamos en París, corre el año 1935 y la guerra que se avecina trastocará el destino de millones de personas. Tras la muerte prematura de sus padres, Pierrot deberá separarse de su íntimo amigo Anshel y abandonar Francia para vivir con su tía Beatrix, que trabaja de ama de llaves en una mansión imponente erigida en lo alto de una montaña. Pero no es una casa cualquiera; se trata nada menos que del Berghof, la enorme residencia que Adolf Hitler posee en los Alpes de Baviera. 
Así, a sus siete años, alojado de manera involuntaria en el entorno íntimo del todopoderoso Fürer, Pierrot se verá inmerso en un mundo tan extrañamente seductor como peligroso. En él no hay lugar para la inocencia, y cuando al final de la guerra es capturado por los aliados, Pieter -como ahora se llama- llevará un peso insoportable en su consciencia. A su regreso a París, abrumado por la culpa, un aspecto clave de la historia surgirá como una tabla de salvación, y el inesperado desenlace será un muestra más de la insondable dimensión del perdón y la amistad. 
Opinión personal: Un día en que fui a la librería, husmeando entre las estanterías vi un libro rojo que me llamó la atención. De repente leí "El niño en. . ." y viniéndome a la cabeza la imagen de El niño con el pijama de rayas (otro libro del autor que me encantó) casi grité de la emoción y me encontré con una portada bastante similar y, efectivamente, aparecía John Boyne como su escritor. Al leer la sinopsis estaba ansiosa por encontrarme un libro con temática de la Segunda Guerra Mundial y, efectivamente, lo compré súper emocionada. Ya lo he dicho unas cuantas veces por aquí y no es ningún secreto que adoro leer historias ambientadas en este contexto histórico. 
La portada sigue la misma línea que El niño con el pijama de rayas. A pesar de que es muy simple, me gusta mucho el resultado final. El color rojo es acorde con la historia, mucho más oscura y sangrienta que la otra novela mencionada. Me gusta que se haya añadido alambre de espino y el pájaro sobrevolando el cielo, así hacen que, dentro de lo simple, la portada tenga un toque diferente. Y, finalmente, encontramos las montañas de los Alpes de Baviera, que son un escenario fundamental en la novela. 
Pierrot vive en Francia y tiene una vida como la de cualquier niño de su edad. Pero todo cambia en el año 1935 con la llegada de la guerra. Sus padres fallecen y Pierrot queda solo, ni siquiera su mejor amigo Anshel puede ocuparse de él. Finalmente Pierrot encuentra sitio donde alojarse. Con su tía Beatrix, de la que no ha sabido nada durante muchos años, y es que ésta trabaja en el Berghof, la residencia de Adolf Hitler en los Alpes de Baviera. Ahí es donde Pierrot comienza a vivir una serie de sucesos que se podrían categorizar como "diferentes" y llega a interactuar con el mismísimo Fürer.
Antes que nada, El niño en la cima de la montaña no es la segunda parte de El niño con el pijama de rayas pero hay una relación entre ambos. Creo que será mejor no desvelarlo porque cuando yo lo leí me llevé una grata sorpresa y me gustaría que vuestra experiencia igual de satisfactoria. 
La historia plantea un tema muy interesante. Tarda un poco en "arrancar" con lo que sería el conflicto principal de la obra, pero esto no lo considero un punto malo. En esta primera parte un poco más lenta nos presentan al personaje principal y todos los sucesos que le han llevado a una situación de casi total soledad. Así se logra empatizar más con Pierrot, su situación y cómo es el mundo que le rodea. Una vez pasada esta primera parte no situamos en cuando Pierrot llega al Berghof y es a partir de ahí cuando la novela se torna cada vez más fría y sanguinaria. 
Este es, sin duda, el rasgo que más tengo que destacar. Empieza de forma inocente, dulce y tierna y poco a poco este libro se va transformando en situaciones horripilantes, frías y cargadas de momentos que se quedan grabados en la mente del lector. 
El hecho de que presenten a Hitler como un personaje más de la novela es maravilloso. ¿Por qué? Porque en la mayoría de libros situados en la época nazi Hitler, si bien está ahí, no tiene un protagonismo tan relevante al nivel que lo lleva El niño en la cima de la montaña. Es un personaje al que se va conociendo poco a poco y el cómo lo ha planteado John Boyne es bastante interesante. Interactúa con todos los miembros del Berghof, algún personaje extra y, obviamente, con Pierrot. Como se van conociendo estas dos figuras provoca muchos más sucesos que causan en Pierrot una evolución totalmente desequilibrada y que parece que solo va en aumento. 
Quizá pueda sonar un poco exagerado lo que he dicho con respecto a la evolución del protagonista, pero mientras leía la novela sentía muchos momentos cargados de impotencia y odio. Pocas veces me ha pasado de detestar tanto a un personaje y si bien empecé amando a Pierrot, odié a Pieter. Todos estos conflictos entre Hitler y Pierrot, que son la verdadera esencia de la novela, es lo que hacen del libro que sea bueno. Si no estuvieran presentes pondría la calidad literaria de El niño en la cima de la montaña en duda, pero no es el caso y a mi juicio John Boyne lo ha sabido llevar bastante bien. 
Vamos saltando de año en año hasta que llega un punto en que nos centramos en puros sucesos históricos importantes para la sociedad nazi. Es cierto que por este aspecto no podemos ver en más extensión cómo adoctrina el Fürer a Pierrot pero también es comprensible que el autor lo haya dispuesto de esta manera. De la otra forma se hubiera vuelto demasiado denso, aburrido y hubiera recaído en lo innecesario. Así que la disposición del libro es correcta, vemos una evolución y no cae en los errores que he mencionado antes. 
En resumen, relación Hitler-protagonista impactante, creíble y bien llevada. Y no es tarea fácil. 
Al igual que digo que Pierrot y su relación con Hitler es bastante impactante, la que tiene con el resto de personajes también resulta escalofriante. Meterte en la mente de este niño, que tan corrompido está, hace que los diálogos e interacciones que mantiene con el resto del elenco hayan pasado de ser bonitas, propias de un niño que se está abriendo a otro campo, a volverse frías, cargadas de odio e inconformismo con lo que le rodea. Es impresionante leerlo en la novela y pasar estas 251 páginas con un personaje de semejante naturaleza. Las intervenciones con la tía Beatrix, el resto de empleados (en especial, el chófer) y compañeros del colegio muestran muy bien hasta donde Pieter es capaz de llegar. 
De esto puedo concluir que la historia y su mayor relevancia se concentran en las intervenciones del protagonista con el resto de personajes. 
Los capítulos finales son perfectos para este tipo de historia. No sabía que esperarme de ellos y me sorprendieron gratamente. Concluyen justamente la novela y, aún más importante, de forma creíble. 
Para concluir con mi opinión respecto a la historia diré que me emocionó hasta el punto de que me hizo llorar. Si un libro me hace llorar, es porque ha sabido llevar bien los sentimientos de los personajes hasta mí, y lloré en varias partes; unas por impotencia, otras por injusticia, otras por tristeza y, hacia el final, porque simplemente el momento me superó. 
John Boyne tiene una forma de narrar sencilla pero no recae en algo soso. Lo más destacable sería cómo es capaz de narrar un contexto de tal dureza mediante los ojos de un niño y sepa hacerte llegar sensaciones creíbles y momentos cargados de emotividad. Sabe transmitir muy bien los sentimientos aún siendo narrados, como ya dije, de forma sencilla y es la clase de elemento que necesitan este tipo de novelas. 
Ahora vayamos con los personajes. Let's go!
Pierrot es el personaje que más me ha marcado. No puedo dejar de comprenderlo, no puedo dejar de entenderle, no puedo dejar de tenerle cariño y al mismo tiempo no puedo dejar de odiar las cosas que hizo, por qué las hizo y cómo cambió. Esto lo que lo hace un personaje tan genial. Porque está lleno de contradicciones, de por qués a sus actitudes y cargado de sentimientos que muchas veces actúan por encima de la lógica, al igual que pasa con las personas en la vida real. Dentro de Pierrot distingo a dos personajes: al Pierrot que llegó al Berghof y al Pierrot del final de la novela cargado de emotividad y reflexiones y, por otro lado, a Pieter. Pieter es casi otra identidad dentro del mismo personaje. Es todo lo que quiere simbolizar la novela, la crítica que hay detrás de ella y que es muy palpable. Pieter simboliza muchas cosas dentro de El niño en la cima de la montaña y a mí me va a ser imposible olvidar quién es él y, por encima de todo, sus orígenes. 
Anshel es uno de los personajes que menos sale, pero está presente a lo largo de las páginas de la historia. Se trata del mejor amigo judío de Pierrot y es un personaje que me cautivó desde el primer momento. Además, es sordo, cosa que pocas veces he encontrado en la literatura y le aporta algo diferente al libro. Anshel también tiene mucha carga emocional, esté o no presente y es justo al final cuando más trascendental se vuelve. Consiguió hacerse conmigo. 
Hitler tiene una caracterización muy fuerte e interesante. Me ha encantado tenerlo como un personaje más dentro de la novela. 
Emma es uno de los personajes secundarios que más veces me hizo llorar. No quiero decir mucho sobre ella porque la relación que tiene con Pieter también es de las más interesantes. Solo digo que la caracterización que tienen aún estando dentro del rol de la mujer de la época es maravillosa. Está cargada de fuerza, rebeldía y todo lo que supone para Pieter desencadena muchas cosas que juegan conflictos en la trama. 
Y con esto termino mi reseña de "El niño en la cima de la montaña" de John Boyne.
¿Lo habéis leído?
Si es así, ¿qué os ha parecido?
¿Lo queréis leer?
COMENTADME. 
(4/5 estrellas)
John Boyne: 
Cita:
Sabes por qué lleva uniforme la gente, ¿verdad, Pierrot? […] Porque la persona que lo lleva cree que puede hacer lo que le apetezca […]. Puede tratar a los demás como nunca lo haría si llevara ropa normal. Insignias, guerreras o botas altas…Los uniformes nos permiten dar rienda suelta a nuestra crueldad sin sentirnos culpables.
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Beatris

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