9 de diciembre de 2019

Reseña de Ghostgirl de Tonya Hurley (Beatris)

¡Hola a todos! Yo soy Beatris y en esta ocasión os traigo la reseña de Ghostgirl escrito por Tonya Hurley. 
VISITAD MI PERFIL EN GOODREADS: Beatris (MUNDO LITERARIO)
AMINO (¡EN LA COMUNIDAD LIBROS AMINO!): @beatris_mora2
PÁGINA DE FACEBOOK: Melani Beatris Mora
INSTAGRAM: @beatris_mora2
PINTEREST: @beatris_mora2
ANTERIOR RESEÑA EN EL BLOG (BEATRIS): Reseña de Babar y Papá Noel de Jean de Brunhoff (Beatris)
ANTERIOR RESEÑA EN EL BLOG (MELANI): Reseña La princesa de papel de Erin Watt.
Datos principales:
Título: ¿Descanse en paz? (Ghostgirl, #1)
Título original: Ghostgirl 
Autora: Tonya Hurley
Saga: Sí (tetralogía, libro 1/4)
Páginas: 341
Editorial: Alfaguara 
Sinopsis: 
¿Alguna vez te has sentido invisible?
Cuando la popularidad es cuestión de vida o muerte. 
Charlotte Usher se siente prácticamente invisible hasta que un día lo es de verdad. Peor aún: está muerta. Y todo por culpa de un osito de goma. Pero la muerte no impide que Charlotte siga con su plan. Todo lo contrario, se vuelve mucho más creativa y hará cualquier cosa por conseguir su objetivo: ser popular para seducir al chico que ama. 
Opinión personal: 
Recuerdo que tuve que leer este libro allá por 2012 o 2013 cuando estaba en una época de pleno apogeo y se hablaba bastante sobre él. Se trataba de una lectura totalmente distinta a todo lo que había leído hasta aquel momento, y no pude evitar devorar la saga porque quería saber todavía más de los personajes y qué se les tenía deparado. Fue hace un par de semanas cuando decidí hacer una relectura después de tanto tiempo, y en parte también quería comprobar cómo había podido cambiar mi percepción sobre la obra. 
El diseño de portada es absolutamente increíble. Se cambian las medidas del "libro tradicional" que todos conocemos por uno en el que el largo es mucho más amplio que el ancho, simulando la forma de un ataúd. Del mismo modo, la imagen principal es el dibujo de un féretro en el que está encerrado el cadáver de una chica, de la que solo queda definida la forma de su silueta. Hay un plástico que cubre la parte interior del ataúd y una tira de cartón superpuesta con el título impreso. Una vez abres la cubierta, en la primera página está el dibujo de Charlotte Usher (la protagonista), dejando al descubierto su apariencia física y encajando con la silueta que se mostraba en la portada. Las decoraciones de flores así como los brillos metálicos del título contribuyen a la creación de una composición visual muy atractiva. El lomo vuelve a contar con muchos de estos destellos y la contraportada mantiene otros tantos elementos decorativos. Las páginas están metalizadas con un potente color morado, sobre el que viene escrito "ghostgirl" manteniendo una tipografía gótica estilizada. Incluso las páginas están enmarcadas por un margen con decoración de flores y una gama de colores acorde a los de la portada. 
Así pues, el diseño está muy cuidado y con un grado de detalle asombroso. Sobre todo os recomiendo que compréis la edición en tapa dura que contiene muchos más elementos decorativos que la de bolsillo. 
Charlotte Usher nunca ha sido la chica más popular del instituto. Siempre ha pasado desapercibida, inadvertida, casi como si fuera invisible. Por eso ha pasado el último verano cambiando su apariencia por completo. Quiere que las cosas cambien. Quiere dejar de ser "una alumna más" y empezar a ganar algo más de reconocimiento por sus compañeros de clase. Y, sobre todo, quiere entablar una relación con el chico del que lleva enamorada desde hace tanto tiempo; Damen. 
Pero Damen está saliendo con Petula, la chica más popular del instituto Hawthorne, cuya belleza y estilo parecen fuera del alcance de cualquier otro. Charlotte, sin embargo, está decidida a formar parte del grupo de Petula y a conseguir que Damen pueda llegar a fijarse en ella. 
Todos sus planes se ven frustrados cuando se ahoga con un osito de goma y fallece repentinamente aún a tan temprana edad. Antes de alcanzar el Más Allá, los muertos han de completar el curso de Muertología (sí, hay clase hasta después de la muerte). Deben solucionar sus asuntos pendientes en el mundo de los vivos para poder marchar en paz. Y Charlotte está convencida de que su asunto pendiente es Damen. 
Tal y como habréis podido intuir a juzgar por la sinopsis, se trata de una novela de fantasía urbana contemporánea con claros tintes de humor negro. No me cabe duda de que Tonya Hurley quiso hacer uso de su aguda comicidad y hacerla formar parte de la historia, incluyendo varios componentes discordantes, de una estupidez aplastante pero de manera completamente intencionada. Tienen un cierto deje burlesco y grotesco a los que, aunque en un principio chocan bastante, el lector terminará por acostumbrarse. 
Queda claro con tan sólo observar el diseño exterior que es un libro un tanto oscuro. Hay incontables guiños a la cultura gótica, punk o incluso emo, abarcando desde marcas de ropa hasta grupos o bandas musicales. Con toda probabilidad, si perteneces a alguno de estos colectivos, vas a disfrutar enormemente de todos estos guiños. Y, si por el contrario no tienes ni idea de cómo va todo esto, no tienes por qué preocuparte. Yo tampoco conozco mucho sobre el tema, y eso no me afectó para nada en cuanto la comprensión de la lectura porque se trata de un aspecto complementario y secundario. 
Cabe destacar que es pura literatura juvenil, sobre todo tirando a un público adolescente más joven, de entre 12-15 años. Y es por eso que los temas que se abordan están íntimamente ligados a cuestiones que conciernen a los jóvenes; a las cosas que se les pasan por la mente, sus inquietudes, la parte más de difícil de asistir al instituto, la necesidad de encajar, de formar parte de un grupo, cómo lidiar con ser diferente, entre otras tantas. 
Cada capítulo viene precedido por un epígrafe y, a continuación, una página negra en la que se expone una breve reflexión sobre la idea principal en la que estará centrado este. Quizás está sea la manera más íntima, cercana o personal en la que se muestra Tonya Hurley. Es el único momento en el que no se esconde tras la perspectiva de un narrador o de cualquier personaje, sino que quien está expresando su juicio es únicamente ella. Incluso permite conocer la intencionalidad detrás de cada capítulo, pues cada uno encierra un tema concreto que quizás nos hubiese pasado del todo desapercibido si no fuese porque la escritora lo dejó patente desde un primer momento. Me encantó el detalle de que fuesen fragmentos en los que se concentrase una faceta más poética y sentimental que, aunque breve, conseguía captar mi interés como lectora e incluso invitarme también a meditar sobre ello. 
Ghostgirl es una representación perfecta de todos los tópicos de instituto americano. Hawthorne High tiene a la chica más guapa y popular de todo el instituto, con una hermana gótica no tan interesada en la fama, el chico deportista que recibe la atención de todas las chicas y la típica don nadie. Este es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que más interesantes me parecieron. Crees que estás sobre territorio seguro, que ya nada te puede sorprender y que quizá el asunto de que la prota esté muerta vaya a ser el único elemento innovador. Pero no. Tonya Hurley utiliza todos esos clichés que tan bien conocidos nos resultan a todos y los transforma desde dentro. Y de repente te das cuenta de que ningún personaje encaja del todo en el lugar que le había sido asignado, que la chica popular no es tan segura de sí misma, que la hermana gótica no está hecha de piedra, que el chico popular puede dar mucho más de sí que solo su cara bonita, etc. 
Al fin y al cabo, ¿no pensáis que estar atrapado en el papel del clásico instituto americano sería horrible? Se termina por dejar al descubierto la parte más desagradable de esta imagen que se ha repetido tantas veces a lo largo de la historia. Hawthorne High está cargado de pura superficialidad y frivolidad. Un lugar plagado de adolescentes que están buscando su propia identidad y atraviesan un proceso de construcción personal. Aunque nunca se haya verbalizado como tal, todos ellos sienten que deben de encajar en el rol que socialmente les ha sido asignado para cumplir con las expectativas. Forjan su actitud y su carácter para alcanzar ese ideal utópico que permanece arraigado en sus mentes. Esta situación se refleja de manera constante en la novela, sobre todo con el personaje de Charlotte, quien está ansiosa por obtener ese reconocimiento social que nunca ha podido recibir. 
Charlotte tiene que plantar cara a esta situación, y está claro que ha salido muy mal parada de ella. Tras su repentina muerte, todos sus sueños y esperanzas sobre un nuevo comiendo de curso y una nueva etapa escolar en la que por fin lograría alcanzar sus objetivos también mueren con ella. Terminará por experimentar muchas emociones contradictorias al respecto porque se siente completamente perdida, con un torbellino de sentimientos en su interior y sin manera de gestionarlos. Quiere aferrarse a la vida aún encontrándose en la muerte. Me gustó mucho la batalla consigo misma a la que tiene que hacer frente para conseguir sentirse bien, conocerse, sentirse cómoda en su propia piel, labrarse un camino y confiar en sí misma. Es un proceso de crecimiento personal a un ritmo lento, que puede dejarte al borde de la exasperación, ¿pero no es igual en la vida real? Charlotte se equivoca una y otra vez, se ofusca, no piensa con claridad, pero termina por conseguir aceptarse y aceptar a los otros. Sumado, como no podía ser de otra manera, a una interesante reflexión sobre los límites de la vida y la muerte y lo que cada una tiene que ofrecer.  
Tal y como he mencionado con anterioridad, la muerte del personaje principal cae en el absurdo y es tremendamente divertida. Una vez atravesado el umbral de la muerte, llega a la clase de Muertología, con otros tantos estudiantes que fallecieron de forma prematura. Cada uno de los nombres de estos personajes guarda relación también con el motivo de su muerte. Por ejemplo, Call Me Kim es conocida así porque era una chica adicta en exceso a su teléfono móvil hasta el punto de que llegó a provocarle una potente radiación que acabó con su vida. Es en esas lecciones cuando los alumnos tienen que aprender todo sobre el Más Allá, lidiar con todos estos cambios y resolver los asuntos pendientes que dejaron tras de sí en vida. 
Me encanta el enfoque tan original e incluso divertido que se ha hecho de los fantasmas, saliéndose bastante de lo que se ha visto hasta ahora. Hay que seguir una serie de pasos para llegar al Más Allá y es muy interesante observar los chicos muertos se ven inmersos en este proceso.  
Sin embargo, hay un suceso que tiene un papel de mucha relevancia en la historia y que nunca recibió ningún tipo de explicación. Uno de los personajes (no voy a decir cuál, fuera spoilers) puede ver a los fantasmas y se supone que tiene algún tipo de conexión el mundo espiritual. Siendo esto algo tan trascendental para el transcurso de los acontecimientos, considero que es también imprescindible otorgarle algún tipo de razonamiento lógico por el que tenga sentido que esto suceda. Personalmente, yo ya voy por el tercer libro y sigue sin haberse resuelto esta cuestión. Siento que se le atribuyó esta cualidad a ese personaje en concreto para conveniencia de la propia autora con el objetivo de que pudiera desarrollar la trama sin muchas complicaciones, provocando una interacción entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. 
Es un libro entretenido, en el que siempre están ocurriendo cosas, con un ritmo desbordante, ágil y que te permite pasar un tiempo muy agradable. 
Tonya Hurley tiene una pluma muy fresca. No entra en descripciones ostentosas sino que te da a conocer lo esencial para que te sitúes en la lectura, abundan las referencias tanto musicales como en lo referente a la moda y los diálogos son frecuentes. Las intervenciones entre los personajes son naturales, espontáneas y creíbles; lo cual no me extraña nada porque la escritora también es guionista de cine y debe de contar con experiencia para elaborarlas. 
Para un público adolescente joven de entre 12 y 15 años es, quizás, un libro recomendable para iniciarse en la lectura porque va a captar su atención en todo momento con tal de que se mantengan interesados hasta la última página. Pero por el mismo motivo por el que está orientado a esta clase de lectores es también que no profundiza demasiado en todos estos temas que ya nombré con anterioridad. No se explaya en abordarlos con un amplio grado de profundidad ni realiza grandes reflexiones filosóficas al respecto (solo en las páginas negras al principio de cada capítulo, tal y como dije antes) pero están ahí presentes desde el principio hasta el final. Se habla sobre ello, los personajes piensan acerca de ello, es algo que les rodea y en lo que se sustentan la gran mayoría de sus problemas y es ya tarea del lector obtener sus propias conclusiones al respecto, crearse una idea propia y enfocarlo desde una perspectiva u otra. 
Si bien es cierto que hay un abanico bastante amplio de personajes, solamente voy a centrarme en los que juegan un papel importante para la historia. 
Charlotte Usher, la protagonista, es uno de los que más me gustan por su realismo. Es la mente de una chica adolescente como cualquier otra. Y aunque puede que no te sientas identificado con su manera de sentir, de percibir, de interpretar las cosas o incluso con sus acciones, es innegable que cualquier otra persona podría ser exactamente igual en su lugar. La Charlotte del principio tiene poco que ver con la da cierre a la novela, mostrando una evolución muy marcada como personaje. Es un tanto débil y vulnerable al tratarse de una chica tímida, que busca la aprobación del resto, a la que le falta cariño y autoestima,  que se deja llevar por sus emociones e impulsos, que no se conoce bien a sí misma y tampoco sabe como encontrarse. Y es aceptando sus defectos como consigue transformarlos. Es un claro reflejo de trabajo en sí misma y de crecimiento personal. 
Petula Kensington es la chica de belleza envidiable y el icono del grupo popular de Hawthorne High. Obsesionada con las superficialidades, con las cuestiones vanas sobre la apariencia y con ser el centro de atención. 
Scarlet Kensington es la hermana de Petula, aunque nadie lo diría. Tiene un estilo gótico vintage característico, preferiría no tener nada que ver con su hermana. No le importa en absoluto lo que la gente piense de ella, no le interesa el obtener ningún tipo de reconocimiento ajeno y su falta de amigos la ha llevado a desarrollar un carácter bastante huraño, independiente y autónomo. Está demasiado acostumbrada a la soledad como para echar en falta la compañía. Pero a Scarlet le importan más cosas de las que quiere admitir y es mucho más emociona y visceral de lo que muestra. 
Damen Dylan es el novio de Petula, y el interés amoroso de nuestra querida Charlotte. Es atractivo y deportista. Esto es todo lo que sabemos de Damen hasta buena parte del libro, demasiado idealizado por la mente y las hormonas de Charlotte. Pero no se limita a ser el prototipo de chico popular, sino que tiene una doble dimensión más profunda. 
Y con esto termino mi reseña de "Ghostgirl: ¿Descanse en paz?" de Tonya Hurley.
¿Lo habéis leído?
Si es así, ¿qué os ha parecido?
¿Lo queréis leer?
COMENTADME. 
(4/5 estrellas)
Tonya Hurley:
Cita:
En el mundo yo era sólo una persona más, pero anhelaba ser el mundo para una persona. 
Espero que os haya gustado. Recordad que yendo abajo tenéis el gadget de seguidores para seguirnos en nuestro blog Mundo Literario (arriba tenéis la suscripción por correo electrónico) y que próximamente Melani (la otra administradora del blog) también publicará algo. ¡Hasta la próxima! 
Beatris

No hay comentarios:

Publicar un comentario